Estoy tratando de averiguar por qué cuando mis esporádicos tripulantes hacen click en "Seguir leyendo", el bendito vínculo no funciona, incluso a mí me pasa. Se suele arreglar cuando le dan actualizar a la página pero a veces el problema persiste. Sí todavía tienes curiosidad de leer la pachotadas que escribo también puedes darle click al título de la entrada para leerla completa.
Y como suelen decir: "Estamos trabajando para servirlo mejor. Muchas gracias por su comprensión".

Marilia Navegando

martes, 26 de febrero de 2008

¿Cómo soy?

"Conócete a ti mismo" dice una universalmente conocida frase filosófica, la escuchamos de nuestros padres y maestros, y en el proceso ensayo-error que acarrea nuestras vidas la repetimos en nuestros consejos para parecer maduros y superiores.

El domingo pasado, sentada en una esquina de mi cama, probaba inútilmente sin número de acordes en mi guitarra para sacar una canción que había escuchado en la radio, no obstante mi oreja -nada chismosa- fue atraída cual parabólica a la conversación que mi mamá sostenía con con la comadre del barrio mientras tomaban lonche.

Sí, de vez en cuando se pone a tocar un rato… voy a cerrar la puerta para, no, no, déjala, que bonito, siempre les ha gustado la música ¿no?, ah si, desde chiquitas las llevaba al coro de la iglesia, ¿las dos?, si, ahí para que se entretengan, ¿y como esta tu hija mayor?, Bien, ya sabes trabajando, pero ya esta buscando nueva chamba, es que tiene carácter bastante fuerte y no se lleva bien con el jefe, me parece que la menor es más tranquila, hum si, tiene el carácter más suave, es bien alegre, pero como que es más paciente con la gente, creo en realidad se guarda mucho las cosas y por eso tolera, pero cuando estalla, estalla, hija!, la muchacha se pone de mal humor y no quiere decir por qué, ya sabes como son los muchachos, se queda en un estado de contemplacióóóón… andará enamorada, cualquier día te trae al novio, ay no sé a sus novios apenas los he conocido, como te digo, se guarda la cosas…

En pocos segundos, mi madre acababa de definir mi carácter, no sé si lo que dijo es cierto, esta bien, admito que tiene algo de razón, pero he ahí su modo de verme. Más tarde le pregunté cómo me consideraba ella, pero luego de cuarenta minutos consecutivos de discurso y sin cortes comerciales sobre lo inteligente, buena y linda que soy, me desanimé de su respuesta dado que estaba regada de su buen tacto materno y vocación de psicóloga, como era predecible, con su parcialidad de madre, obvió cualquier defecto o posibilidad de imperfección en su retoño, bien dicen que para mamá no hay hijo feo, y estoy agradecida de que en este caso mi progenitora siga esa línea, pero digamos buscaba una opinión objetiva.

Mientras pienso en algunos amigos que me podrían bajar los humos con sus sinceros comentarios acerca de mi forma de ser, vino a mí la frase con la que apertura esta entrada: "Conócete a ti mismo", ¿por qué no empezar conmigo misma? Cómo creo que soy, cómo suelo actuar ante determinadas situaciones, cuáles son mis manías, qué me gusta, qué no me gusta, qué me agrada en un chico/a, qué espero encontrar en un amigo/a, con qué gestos suelo delatarme… veremos, veremos, en la siguiente entrada haré una lista.

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miércoles, 20 de febrero de 2008

¿Acaso seré un hombre? (II)

En mis travesías por el espacio virtual me topé con blog que me cayó muy simpático por su sarcasmo y sinceridad, se trata de: El Marinovio, pueden decir que es un blog machista pero desde un inicio no dejaron de divertirme sus historias y opiniones, era como ver Sex and the City desde una perspectiva masculina. Conforme iba haciendo clic a cada entrada, empecé a desarrollar un diálogo con mi pantalla: Sí, es cierto, exacto, lo mismo me pasó, pero es que no entienden!!, pucha, claro es una joda, jaja, yo tampoco entiendo…

Leyendo al Marinovio vino de inmediato a mi cabeza algunas diferencias que tuve con Ignacio, mi primer enamorado. A diferencia de las típicas relaciones fugaces que hubo entre la chiquillada adolescente del barrio, Ignacio y yo duramos más de dos años juntos. Realmente nos llevábamos tan bien que cuando terminamos, nuestros amigos creían que se trataba de una broma por el día de los inocentes. Incluso hasta hoy, luego de más de 5 años, cuando nos encontramos en algún cumpleaños nos suelen cantar a modo de broma: “¡¡Y volver, volver, volver!!”
Pero lo nuestro ya ha terminado y gracias al Marinovio empecé a recordar algunas de nuestras tipicas discusiones: Por ejemplo cuando Ignacio me decía: “Nunca tienes tiempo para mí!” (Por favor ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/12/nunca-tienes-tiempo-para-m.html), no importaba que yo me escapara de clases, exámenes, reuniones familiares o fiestas para verlo un rato durante la semana, él quería una tarde entera; o, sino cuando él no expresaba lo que realmente quería hacer en nuestras salidas: (Ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/10/subtextos.html), entusiasmada le hacía una sugerencia para ver una película y luego de que me decía que sí, a la salida del cine me decía que hubiera querido ver otra, hummfff… y ni qué decir de la vez que se le ocurrió regalarme una prenda de vestir en uno de nuestros cumplemés (Ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2006/11/amor-te-compr-esta-camisa-te-gusta.html) no había nada más perfecto para resaltar mis brazos de caminero que el bibidi blanco que eligió, blanco, blanco, blanco, ideal para evitar que se notaran mis rollitos, “vamos amor, póntelo para ir hoy a la disco!”, “sí claro”, pensaba yo, “para lucir como una pompa de jabón”.

Después de Ignacio, llegó a mi vida Darlan (a mí también me parece un nombre feo). Darlan era tan… digamos… tan… Darlan. Todo el tiempo me preguntaba si lo quería, si lo amaba, si era feliz, que qué tal si íbamos al karaoke y cantábamos todas las canciones a dúo como: “Y volar, volar tan lejos dónde nadie nos obstruya el pensamiento…” o si no “escapémonos de la multitud, del absurdo día a día…” o mejor aún: “Vivo por ella sin saber si la encontré o me ha encontrado…” En una ocasión a sus chiflados planes le respondí: “Me da flojera, Marco…” (Ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/11/llam-mi-flaca-por-otro-nombre.html), Marco era (y es) el nombre de uno de mis mejores amigos, ¡¡qué tal problema me gané!!. Pero la gota que derramó el vaso cayo estruendosamente el día que me asaltó con el “¿Cuántos hijos quieres que tengamos?" (Ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/11/lo-dicho-y-lo-cierto-ii.html), y a eso agregó otra cachetada con el fatídico: “Deberíamos casarnos a finales del próximo año…”.
Terminé con él a los tres meses.

Luego apareció Jim (tengo jale con los de nombre raro). Me gustaba lo pulcro e impecable que siempre lucía, parecía un muñequito de torta y así empecé a llamarlo cariñosamente, pero en una ocasión resolvimos en que yo lo recogería y comprobé que su aspecto era resultado de un arduo y largo trabajo digno de un artista del renacimiento. Tuve que esperarlo cerca de 45 minutos (Revisar: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/10/puntualidad-de-ellas-problema-de-ellos.html). Crei que había sido una situación excepcional, pero no, el chico siempre me hizo esperar y ahora que lo pienso, sospecho que también se aprovechó de la circunstancia, para presentarme a toda su familia, digo toda: abuelos, primos, sobrinos, etc. Les debo confesar que detesto interactuar con los papás, hermanos/as, de mis enamorados, si lo hago es por amabilidad pero no suelo tener el interés, y se lo dije, que no era necesario, que ya los conocía de saludo, pero el chico queria una reunión especial con ellos. Así fue que, en una ocasión, mientras esperaba al enamorado metrosexual en su sala, me vi rodeada de mi probable futuro clan y con una cena lista en el comedor. (Ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/11/la-primera-cena-familiar.html). Él bajo las escaleras tranquilamente como si ya supiera de los planes y sin inmutarse se sentó a la mesa, no tuve más que quedarme a compartir pues ya había sido embarcada.
Durante la incómoda comilona y bajo la mirada inspecciosa de su madre, hermana y abuela, sonó mi teléfono. Por supuesto como toda una señorita pedí permiso y respondí a un lado la corta llamada. (ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/11/quin-es-la-que-te-llama-por-telfono.html), al final de la comida: “¿¿¿Quién te llamó???”, le dije la verdad: un amigo del trabajo a quien había prometido llevarle un libro al día siguiente… se armó una hecatombe, ¿por qué demonios fui sincera?, “No tiene nada de malo, yo misma le pedí que me llamara para hacerme recordar porque le prometí el texto hacía varios días y nunca se lo he llevado, no hay por qué hacer un escándalo, y no tiene nada de malo que tus padres hayan visto que alguien me llamaba al celular, si no para qué es el aparato, dime, deja de hacer tanto berrinche, sí, he guardado su número por si acaso, no voy a eliminarlo, qué caso tendría, pero, pero no, por favor, no ya espera tranquilo, no te pongas así, no, no, ya ok amor voy a borrar todo el directorio si quieres, discúlpame por favor, perdona, pero no no, llores, no llores, no… (Ver: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/10/si-ellas-lloran-es-nuestra-culpa.html), no sé por qué pero siempre me han tocado novios llorones… no digo que esté mal que un hombre llore pero ¿por una discusión sin importancia? Puff, me hacen sentir tan culpable.
Duramos como año y medio.

Hace como un mes empecé a frecuentar a un nuevo chico que me pareció diferente a los anteriores pero, (he usado muchos “peros” en este post verdad?) estoy empezando a descubrir algunos detalles que me hacen dudar.
Por ejemplo, quiere por todos los medios embarcar sus amigos feos a mis amigas bellas, no lo digo porque sean mis amigas, lo digo porque es la pura y objetiva realidad, mis amigas son lindas, (Vean: http://elmarinovio.blogspot.com/2005/10/lo-dicho-y-lo-cierto.html) y en una ocasión el muchacho empezó a quejarse de mi trato distante hacia él, que por qué no lo llevaba a mis reuniones, que por qué lo no llamaba, que por qué nunca lo recogía a su trabajo… ¿yo, recogerte? Espera, vamos con calma, hemos salido sólo unas tres veces…

Verán entonces, que mientras leía al Marinovio y le hablaba con mi pantalla afirmando y dándole la razón a sus autores, aterrorizada me di cuenta que mi identificación iba hacia el personaje masculino del blog. Y dado el post inmediatamente anterior, me pregunté ¿acaso seré un hombre? Me gustan los chicos, pero ¿estaré manejando mi forma de ser y mis sentimientos como un varón?.

“Veamos: te olvidas de los cumplemés y aniversarios, te gusta salir con tus amigas las cirróticas –auch, era broma-, no te gusta que te regalen peluches, y no te gusta ir de compras con tu novio…humm debiste haberte llamado Mario, jajajajaja, auch, mentira no, no auch no me golpees” dijo mi primo. ¿SERA? Bueno, ya encontraré algún chico con el que me comprenda.

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